29/11/2015

Hace 103 años un presidente pisaba por primera vez nuestra región: Theodore Roosevelt

- RESEÑA HISTORICA -  En 1913 la región se revolucionó para recibir a un ilustre visitante, el ex presidente de Estados Unidos, Coronel Theodore Roosevelt. Cruzó el Nahuel Huapi en el vapor Puerto Blest. Fue el primer presidente en pisar esta región Patagónica.

Hace 103 años un presidente pisaba por primera vez nuestra región: Theodore Roosevelt
Roosevelt baja del vapor luego de cruzar el lago.
Roosevelt baja del vapor luego de cruzar el lago.

Corría 1913 y el director General de Territorios Nacionales doctor Isidoro Ruiz Moreno, solicitó la colaboración del gobernador del Neuquén don Eduardo Elordi para recibir a un ilustre visitante, el ex presidente de Estados Unidos el Coronel Theodore Roosevelt.

Elordi organizó una cuadrilla de trabajo formada por presos de la cárcel de Neuquén, que trabajando a pico y pala y vigilados por un sargento y cuatro soldados, tendrían que fabricar un camino de más de 400 kilómetros, un camino que recorrería desde Senillosa por Mencué y Pilcaniyeu hasta Bariloche.

Estos serían los primeros automóviles que llegaron a Bariloche, tres autos Mercedes y un FN, este fabricado en Bélgica, pertenecientes a la gobernación de La Pampa y Neuquén.

La recepción argentina estaba formada por Isidoro Ruiz Moreno, Eduardo Elordi, el coronel Reybaud, nombrado como edecán del coronel Roosevelt, el coronel Shipton, este era un militar norteamericano que envió la embajada de Estados Unidos y el doctor Francisco P. Moreno, quién, a pedido de Roosevelt, se integró al grupo.

En Bariloche se creó una comisión que estaba presidida por el ingeniero Emilio Frey, amigo y colaborador de Moreno, pero Frey se encontraba trabajando para la Comisión Hidrológica en San Antonio, entonces la responsabilidad recayó en el vecino Primo Capraro. La comisión oficial de recepción llegó cuatro días antes y entonces decidieron trasladarse a Chile, para acompañar desde Puerto Varas a los visitantes.

En esta localidad fue recibido Roosevelt, su hijo Kermit, su secretario personal Frank Harper y un amigo personal, sacerdote y geólogo, el Sr. Enrique Zwank. Cuando el Perito Moreno se reencontró con Gonzalo Bulnes, miembro de la comisión chilena de límites, la emoción y la alegría inundaron el lugar. Bulnes y Moreno fueron duros contrincantes en los trabajos sobre límites pero se abrazaron como viejos amigos y recordaron tiempos pasados.

Al día siguiente ingresan a la república Argentina por el paso Pérez Rosales navegando por los lagos y cabalgando, Roosevelt se encontraba muy cómodo viajando en caballo. Continuaron el viaje a bordo del vapor “Puerto Blest”.

Al llegar al puerto de Bariloche el pueblo emocionado recibía la presencia del que llamaban “nuestro perito” saludando con gran cariño a Francisco Moreno.

Hicieron un breve recorrido por el pueblo y durante la caminata visitaron el Ciprés Histórico, lugar del viejo campamento donde Moreno fuera atrapado por el cacique Chuaiman en 1880. Luego visitaron dos escuelas. Las autoridades se reunieron para tratar con Roosevelt temas de administración y conducción territorial.

A la mañana siguiente todos, las 17 personas, viajaron en automóvil hacia Pilcaniyeu. Este viaje fue el inaugural para la línea del servicio regular de transporte que uniría San Carlos de Bariloche con Neuquén, fue una mañana del 1º de diciembre de 1913 a tempranas horas del amanecer.

El tramo entre Bariloche y Pilcaniyeu fue el más difícil puesto que no había puentes en los ríos Ñirihuau y Pichileufu. Un crecido río Limay puso en dudas si el ex presidente de los Estados Unidos debía cruzar, pero este insistió y lo cruzó en el primer viaje.

La llegada a Neuquén se realizó cinco minutos antes de lo calculado. La población entera los esperaba en la Estación del Ferrocarril del Sur. Con sus andenes decorados con banderas argentinas y norteamericanas. La lluvia y el viento no pudieron contra el aplauso de la gente y la música de la banda de la cárcel.

El tren que los esperaba contaba con dos vagones pullman y el vagón blanco presidencial, desde cuya plataforma Theodore Roosevelt expresó, entre otras cosas, lo siguiente: “…Acabo de terminar un viaje por el interior de un país que considero como el más bello del mundo. Durante esta hermosa gira he podido apreciar el desarrollo y progreso de estos territorios destinados a un bello porvenir en un futuro no lejano.

Me siento honda y sinceramente conmovido al ver flamear junto a la bandera de mi patria la de la Nación Argentina, donde con hospitalidad y atenciones se han robado mi simpatía…”. Esto sucedía a altas horas de la noche del 2 de diciembre de 1913. (Por el historiador Francisco Juárez)

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