Todos los años para la temporada invernal, Bariloche se colma de turismo brasileño. Y en esta oportunidad, no es la excepción. Se los ve, se los escucha y se los distingue de lejos por su vestimenta llamativa y su hablar ampuloso.

En los últimos días, se los vio en diferentes partes de nuestra ciudad, como el cerro Catedral y en el centro, disfrutando primero de los paisajes y la gastronomía y con la nevada de este lunes, tomándose miles de fotos y disfrutando a pleno del sueño de conocer en primera persona la magia blanca que cae desde el cielo.

Esta semana, se concretó el regreso de Azul Líneas Aéreas, una de las aerolíneas más importantes de Brasil, que retomó la ruta San Pablo – Bariloche con vuelo directo y que representa un hito significativo en la conectividad aérea entre Argentina y Brasil, en esta etapa inicial, durante la temporada de invierno.

Azul ofrece vuelos directos entre Bariloche y Viracopos con seis servicios semanales. Inicialmente se habían programado cuatro, pero se amplió debido a la excelente recepción que tuvo en los usuarios. El vuelo opera todos los días de la semana excepto los lunes.

A esta operatividad, se le suman los cinco vuelos semanales que llegarán durante todo el invierno a través de Aerolíneas Argentinas, también sin escalas desde la ciudad de San Pablo. Son unas cinco horas, las que se demoran los vuelos desde esa poblada localidad brasilera.

Una vez en Bariloche, el público del vecino país elige por sobre todas las alternativas, la experiencia en la nieve en cualquiera de sus expresiones: ya sea esquiando, culipatín, juegos y todo tipo de acciones. Por eso, Piedras Blancas, cerro Otto, Catedral, se llenan de brasileros, divirtiéndose y cumpliendo su sueño.