El Everest es el monte más alto y más famoso del planeta. Forma parte del cordón del Himalaya, que junto al cordón del Karakórum contienen los “14 ochomiles”, las montañas que superan los 8.000 metros sobre el nivel del mar.

Fue ascendido por primera vez en 1953 luego de varios intentos. En 1978 una cordada de dos escaladores logró llegar a la cima sin oxígeno, en 1980 uno de ellos volvió para ser el primero en subir en solitario y sin oxígeno, y esta misma persona en 1986 fue el primero en completar los 14 ochomiles (en un lapso de 16 años). Todos ellos fueron hombres y sus nombres figuran en las crónicas históricas más populares.

En cuanto las mujeres, en 1974 fue la primera ascensión a un ochomil por parte de tres japonesas: Naoko Nakaseko, Masako Uchida y Mieko Mori. Un año después otra japonesa, Junko Tabei, logró el Everest. En 1988 la neozelandesa Lydia Bradey lo hizo sin oxígeno. La española Edurne Pasaban fue la primera en lograr las 14 cumbres más altas en el 2010, en tanto que la austriaca Gerlinde Kaltenbrunner logró la hazaña sin oxígeno adicional en 2011.

En el 2019 el nepalés Nirmal Purja inicio su "Project Possible 14/7" para subir los 14 ochomiles en menos de 7 meses, el récord anterior había sido de 7 años, 10 meses y 6 días. Cumplió su objetivo en 6 meses y 6 días. Las críticas al modo de hacerlo no tardaron en llegar: el uso de oxígeno, numerosos equipos técnicos, cuerdas fijas, escaleras, y traslados en helicópteros. Todo vale para obtener el récord. Purja les respondió diciendo que le sacan merito porque pertenece a un país pobre, que si hubiera nacido en un país rico estaría en la tapa de todos los diarios del planeta.

La sorpresa vino este año cuando la noruega Kristin Harila y su guía nepalí Tenjin Sherpa lograron bajar con los mismos métodos esa marca a 92 días, menos de la mitad de tiempo anterior. Esta noticia sí dio la vuelta al mundo. No es para menos.