Desde 1943, contra Mussolini primero y luego contra Hitler y la ocupación nazi, muchas mujeres italianas tomaron la iniciativa de luchar contra el fascismo imperante. Algunas fueron a luchar a las montañas, otras trabajaron en la clandestinidad urbana. Estuvieron codo a codo con los hombres, arriesgando sus vidas, como espías, mensajeras, o transportando armas, medicinas y comida. Eran unas 35.000 militantes, la mayoría con edades entre los 18 y 25 años, sin embargo las investigaciones demostraron que solo muy pocas tuvieron mando. Es más, los partisanos no quisieron que ellas desfilaran tras la liberación de Milán y Turín. Solo alguna lo hicieron, desafiantes, incluso vestidas con pantalones, algo impensado en aquel entonces. La mayoría opto por esconder su lucha. Así pues durante mucho tiempo fueron invisibilizadas y no tuvieron el reconocimiento que se merecían por su aporte patriótico. Hasta mayo de este año solo 19 recibieron honores.

Marina Pierlorenzi, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Partisanos de Roma (ANPI Roma) inició una investigación para rescatar a estas voluntarias valientes y anónimas. Las historias son conmovedoras. Jole Mancini, Miembro del Grupo de Acción Patriótico (GAP), quien hoy con 102 años relata cómo fue detenida y torturada bajo las órdenes de Erich Priebke. Se salvó porque a los pocos días ingresaron las tropas aliadas. Fanny Gasparini Montanari se dedicó a esconder a judíos y desertores a riesgo de su vida. Lograron hacer de Roma una ciudad hostil a los invasores.

Otras logran insertase en política y sobresalir. Tina Anselmi se afilió a la Democracia Cristiana y fue la primera mujer ministra (de Salud Pública). Nilde Iotti trabajó en la Constitución de la República Italiana de 1947 representando al Partido Comunista. Fue una de las 21 mujeres de los 556 constituyentes electos. Ambas fueron además elegidas diputadas. Iotti fue la primera mujer en presidir la Cámara de Diputados (1979-1992).

Luego de dos años de investigación se logró digitalizar unos ocho mil nombres. Parte de ellos están en la exposición multimedia “R-Mujeres Existentes” en la Casa della Memoria, en el barrio romano de Trastevere. Allí se reflejan las historias de coraje. En un mundo en donde la derecha extrema está en avance es necesario este tipo de eventos. Al nazifacismo no se lo puede subestimar.