La artista colombiana Margarita Rosa de Francisco es tal vez la actriz más popular de su país luego del protagónico en la telenovela “Café con aroma de mujer”. Además, es cantante, escritora, compositora y modelo. Acaba de tener un reconocimiento en el Festival Internacional de Cine de Venecia. En la actualidad está terminando su carrera de Filosofía, una deuda pendiente en su vida.

Es muy activa en las redes sociales donde no deja de posicionarse con sus opiniones políticas de centro izquierda. Apoya al presidente de su país, Gustavo Petro, y sus acciones, como por ejemplo la reciente ley de gratuidad en la educación superior en las universidades públicas. Esto le vale un sin número de críticas de algunos internautas. “Pobres no debería haber en un mundo solidario y tan inmensamente rico en vida. El paradigma económico del mundo tendrá que cambiar, tarde o temprano. ¿Es tan horrible pensarlo?”.

Sin embargo sus últimos posteos en referencia a lo que significa envejecer han llamado la atención: “Me cansé de ponerme bótox y relleno, no me quiero perder el espectáculo de mi envejecimiento” escribió a sus 57 años. El paso del tiempo es inevitable y tiene sus consecuencias. Quien fuera reina de belleza en su juventud abre el juego mostrando sus arrugas y el pelo encanecido. Y más. Fue ella misma que con una app mostró su propio rostro envejecido (algo que en general se suele hacer sobre otros), “(…) me aterró tanto, tanto, que casi que traiciono mi consigna de ser vigente o de tener presencia, y no perderme del espectáculo de mi propio envejecimiento”. “No tengo que pedir permiso para tener esa cara que ha producido mi vida, que ha producido mi andar, mi sentir. Entonces, me siento liberada. Esa es la palabra”.

El tema de la vejez, que cuesta tratarlo, que la sociedad y los medios suelen dejar de lado, fue tendencia. Su posteo superó los siete millones de visitas.